Cuando revisamos nuestra factura de energía eléctrica, el monto a pagar se determina multiplicando los kilovatios hora (KWH) consumidos durante el período por el valor del kilovatio hora correspondiente a dicho período. Este valor del kilovatio hora está compuesto por seis elementos clave: generación, transmisión, distribución, comercialización, restricciones y pérdidas.
La parte de generación refleja el pago de la empresa distribuidora al generador de energía. Este precio varía según la negociación realizada; si la empresa opta por transacciones a largo plazo en la bolsa de energía, los precios para los usuarios serán más favorables. Este componente, en nuestra factura, representa aproximadamente el 33% del costo total del kilovatio hora.
La transmisión, por su parte, corresponde al pago que la empresa distribuidora realiza a la propietaria de las redes de transmisión, cubriendo el transporte de energía desde la planta de generación hasta la subestación. Este costo estandarizado en el mercado representa alrededor del 6% de nuestra factura.
La distribución abarca la inversión y mantenimiento de la infraestructura de redes y transformadores que posibilitan la llegada de energía a nuestros hogares. Este componente, gestionado por la empresa distribuidora, constituye aproximadamente el 37% del costo total en nuestra factura.
La comercialización cubre la logística operativa de la empresa distribuidora, incluyendo lecturas, entrega de facturas y atención de reclamos, con un margen de utilidad por la prestación del servicio. En promedio, este valor representa alrededor del 9%.
Cuando se establece un plan de generación para el día siguiente, se pueden presentar desfases debido a la indisponibilidad de las plantas despachadas o limitaciones en la red, generando sobrecostos para que el Sistema de Transmisión Nacional opere de manera segura. Estos costos adicionales, denominados restricciones, representan aproximadamente el 8% de nuestra factura.
El valor de pérdidas corresponde al costo reconocido a las empresas por pérdidas de energía, ya sea por razones técnicas o no técnicas (como el hurto de energía), tanto en los sistemas de transmisión nacional como en distribución. Además, abarca los costos de programas de reducción de pérdidas no técnicas realizados por el Mercado de Comercialización. Este componente representa, en promedio, el 7% de nuestra factura.
La suma de estos componentes tarifarios da como resultado el valor del kilovatio hora para el mes en que se aplica cada componente.
Con el objetivo de reducir la carga financiera de la energía en hogares de menores ingresos, el Estado ha establecido subsidios para los estratos 1, 2 y 3, con porcentajes de hasta 60%, 50% y 15%, respectivamente. Este subsidio aplica al consumo básico de subsistencia en kilovatios hora-mes, determinado según la ubicación geográfica en relación con la altitud sobre el nivel del mar.
En línea con el principio de solidaridad, los estratos 5 y 6, así como los usuarios comerciales, asumen los costos del subsidio mediante el pago de la contribución, que representa el 20% del valor de la energía consumida.